🔍 Hoy, con mi hermana, estábamos limpiando en nuestro garaje y encontramos una caja con pequeños objetos antiguos. Un objeto llamó especialmente su atención. Ella no tenía idea de qué era. 😯 ¿Y tú, ya adivinaste qué es? Si no, la respuesta está aquí ⬇️⬇️⬇️
Para quienes no lo sepan, se trata de una de las versiones antiguas de los bigudíes.
Estos han jugado un papel importante en la evolución de los estilos de peinado.
En el siglo XX, la aparición de la permanente química marcó un cambio decisivo en el ámbito de la peluquería.
Con la ayuda de los bigudíes, los peluqueros lograban rizos duraderos y muy bonitos después de un largo proceso de tratamiento.
En los años 1950, aparecieron materiales mucho más cómodos de usar.
Los años 1980 se consideran la edad de oro de las permanentes.
Los bigudíes se convirtieron en elementos esenciales, simbolizando tanto la creatividad como el refinamiento.
Hoy en día, las permanentes tradicionales han perdido popularidad, pero su influencia sigue presente.
Las técnicas actuales se inspiran en este saber hacer, reinventando los rizos y ofreciendo looks tanto retro como modernos.