Una noche, al volver del trabajo, noté un perro en mi jardín 🐶. No era un perro callejero, estaba bien cuidado y llevaba un collar ✨.
Cuando entré a la casa, el perro se levantó y me siguió, pero no entró en mi casa.
Se acostó sobre la alfombra frente a la puerta de entrada. Durmió unas horas y luego se fue en silencio.
Cuando descubrí la razón de su extraño comportamiento, sentí compasión. Los detalles están en el artículo del primer comentario 👇👇👇.
Al día siguiente, la misma escena se repitió.
Así, durante varias semanas, venía a mi casa solo para dormir y se iba en silencio.
Un día, decidí encontrar a los dueños del perro y entender por qué venía.
Escribí una nota y la fijé en su collar.
En la carta, escribí que su perro venía a mi casa todos los días a dormir y les preguntaba si estaban al tanto.
Al día siguiente, el perro volvió como siempre, y noté otra nota colgada en su collar.
En la nota decía que el perro vivía en una familia con seis niños.
Como tres de los niños aún eran muy pequeños, él no podía dormir allí, y por eso venía a mi casa.
También me preguntaba si el perro podría seguir viniendo o si me molestaba.
Por supuesto, acepté, ya que él era muy tranquilo y no me molestaba en absoluto.